Duelo es la reacción a una pérdida significativa que se desencadena por aquello que se ama y ya no se tiene. Se trata de un proceso de adaptación a la pérdida, sea de un ser querido, como de un trabajo, de una pareja o de un ideal, que si se desarrolla de manera favorable implica la aceptación realista de la pérdida. Afecta mayormente a adultos, pero lamentablemente también a adolescentes y niños cuando uno de los padres fallece. Lo difícil es que tal aceptación dolorosa convive durante un tiempo con su negación.
Existen tantos duelos como personas que los sufren, pero los procesos de duelo tienen fases y desencadenan reacciones en nosotros que nunca hubiéramos sospechado y que no sabemos explicarnos, lo cual genera, para comenzar, mucha confusión, desconcierto o culpa.
Aunque nadie tiene que curarse de un duelo, ya que el duelo no es una enfermedad, en ocasiones, ese proceso no se desarrolla favorablemente y nos encontramos frente a un duelo patológico, que dura demasiado tiempo y se cronifica.
Los psicoterapeutas debidamente formados podemos acompañar para que el proceso de duelo se desarrolle favorablemente gracias a la escucha que no juzga, la sensibilidad, la empatía, el saber qué es normal y qué no es normal experimentar en estos momentos tan difíciles de la vida. También sabemos cómo intervenir cuando no es así.
Si siente que necesita ayuda o que pasados unos tres meses desde el fallecimiento del ser querido se sigues encontrando mal, con dificultad para seguir con las actividades de la vida diaria o sentimientos de confusión, culpa o vacío, no dude en ponerse en contacto conmigo
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